“Una obra magnífica”
El Festival Internacional de Santander acogió, como viene siendo norma cada dos años, el estreno mundial del Primer Premio del Concurso Internacional de Composición Pianística Manuel Valcárcel, en esta ocasión concedido a Francisco González Pastor, que ya fuera acreedor de este galardón en el año 1997. Marta Zabaleta fue la encargada de poner en sonidos la partitura premiada en un concierto que, desafortunadamente, no contó con una presencia masiva de público. ¡Muchos se lo perdieron!
El ‘Libro para piano’ de González Pastor se nos ofreció como una suerte de periplo, muy discursivo, articulado en nueve capítulos cada uno de ellos con diferentes inquietudes expresivas y compositivas. La obra es larga en duración pero se hace amiga de nuestro oído y nos acompaña, guía y tutela en su propia escucha de tal forma que la experiencia se convierte en un grato encuentro entre compositor, intérprete y público. El autor sabe manejar todos los recursos musicales existentes para emplearlos en su propio interés, y en el de todos. Así nos enfrentamos a una sonoridad contemporánea pero sin el, a veces excesivo, despego hacia la audiencia en pro de la investigación musical. Entresacamos la profundidad expresiva del ‘Homenaje a Takemitsu’, la fuerza da ‘Proclamación n.6’, la gratísima experiencia acústica de ‘L’ombre de l’eau’ o el curioso experimento con magnífico resultado práctico de ‘Emblema’. Pero bien podríamos alabar, en cuanto a técnica o estructura a la ‘Sonata’ que casi cierra el ciclo o la escritura pianística virtuosa de los Marginales, uno y dos. Una obra magnífica.
Marta Zabaleta se comprometió con el estreno y lo sacó adelante con una técnica y entrega que únicamente nos permite ser elogiosos. Ante el teclado se convirtió en inquietud, en búsqueda y en éxito para con la obra de González Pastor. Multitud de planos tímbricos salieron de sus dedos y, siempre es de agradecer más allá de lo habitual, que un intérprete de prestigio se implique en un trabajo como este, pues más allá de la anécdota de su estreno es una inversión en futuro. Ojalá esta obra se escuche más veces, pues sinceramente lo merece.
En la segunda mitad la intérprete de Guipúzcoa propuso una Sonata mozartiana –la KV 284- que resultó ser un nuevo regalo para nuestros oídos. En esta ocasión con un nuevo compromiso que logró sacar del piano sonoridades brillantes en una lectura realmente exquisita. Las monumentales variaciones que cierran esta obra crecieron y contrastaron en un sonidos muy llenos de magia. Así también con los dos bises ofrecidos, un nuevo Mozart y el último para Satie.
1 Comments:
Yo vi a Marta zabaleta hace años en málaga, tocando un prokofiev sensacional. Será posible escucharla en Madrid pronto?
6:52 p. m.
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