Selección de críticas del musicólogo Gustavo Moral Álvarez

domingo, agosto 29, 2004

“El Brahms antes del Verdi”

La Orquesta y Coro del Teatro Comunale de Bolonia presentaron sus credenciales musicales el pasado sábado en el Festival Internacional de Santander en la que fue la primera de sus dos particiones en este encuentro. Danielle Gatti estuvo encargado de la dirección del conjunto y el Réquiem alemán de Brahms supuso el primero de los dos ‘Réquiem’ interpretados por los de Bolonia. El segundo tuvo lugar ayer mismo en una jornada dedica en recuerdo y homenaje a las víctimas del terrorismo.

Se trata de una formación instrumental grande, sólida y bien asentada. La disciplina de sus músicos es fruto de un trabajo continuo y de un pasado histórico que les permite solventar con soltura papeletas musicales de envergadura y profundidad como las que les han traído a Santander. La pieza escrita por Brahms exige un grupo de estas características, que se empape de la necesidad de estruendo en los arranques emocionales de la obra y que sea también capaz de trasmitir la serenidad de un cielo abierto –en el sentido literal y en el figurado- cuando así es necesario.

Las intervenciones solísticas fueron encomendadas a Eva Mei y Luciano Gallo. De él decir que funcionó desde su registro de barítono aunque en un nivel estético inferior a la hermosa y bien construida voz de su compañera Eva Mei. Ella protagonizó unas intervenciones ágiles y comprometidas con el guión musical y el asunto de la obra: en recuerdo de la certeza de la muerte desde la ineludible realidad de “estar vivo”.

El coro, como corresponde a la formación instrumental a la que está geminado, fue igualmente intenso y expresivo. Oscuro en algunas de sus intervenciones pero de forma inevitable, podríamos apostillar. Danielle Gatti, regidor de todos los elementos, se desveló en su presentación en Santander como un director eficaz y capaz de abordar con sentido y de forma personal obras como ésta. Sin partitura frente a él dirigió “de memoria” y muy pendiente de sus músicos, bien para tutelarles o bien para dejarles seguir su propio pulso.

Se suma este recital a los que componen un ciclo sinfónico intenso y, como estamos comprobando, afortunado que nos conduce hacia la recta final del F.I.S. de este verano que se producirá con la presencia de la Filarmónica de Dresde y Frühbeck de Burgos.