Selección de críticas del musicólogo Gustavo Moral Álvarez

domingo, agosto 14, 2005

La música de una ‘diva’

Uno de los conciertos más esperados de la 54 Edición del Festival Internacional de Santander y, evidentemente, uno de los más interesantes de este verano era el que la soprano norteamericana Renée Fleming ofreció la noche del pasado sábado en el Palacio de Festivales. Arropada por la Orquesta Filarmónica 900 del Teatro Regio de Turín y la dirección de Daniel Beckwith cosechó el esperado éxito de audiencia, aplausos y calidad interpretativa.

La trayectoria de esta soprano y el apoyo mediático recibido en los últimos años han hecho de su carrera una sucesión de triunfos y asumir el difícil rol de “diva” de la escena. Una “carga” que a veces es un defecto pero que en otras, como en este caso, es una virtud que no enturbia en modo alguno el asunto que, en el fondo, siempre nos ocupa y nos preocupa: la música. “La Fleming” no necesitó cambios de vestuarios ni excesos en escena, ni mil entradas y salidas para ofrecernos un recital hermoso.

Y es que su registro es fascinante en las dinámicas medias y en los filatos más suaves, y a pesar de no tener una voz pequeña quedó sepultada en algunos momentos por la orquesta. El éxito de Renée Fleming, de la del directo, fue el poder de emoción en los pasajes más cercanos a la media voz. Como el caso del lied de Schubert orquestado por Max Reger,‘Nacht und Träume’, las airas de Manon o el ‘O mio bambino caro’ de Puccini. Allí encontramos lo mejor, que fue reiterado con los bises a petición popular concedidos: Gershwin y Richard Strauss. Juega con el timbre de su voz de modo que, en ocasiones, se revuelve en inesperados giros ora hermosos y afortunados ora en extraños quiebros. Con ‘Casta Diva’ el movimiento de su voz enturbió, en parte, una partitura deseada por el público. Pero es que, como les decía, en estos casos tenemos tales prejuicios discográficos que cuesta desenmascararse de ellos para enfrentarse a la verdad del directo.

La orquesta funcionó muy bien y si en un comentario anterior nos poníamos picajosos con la afinación de la ‘Meditación de Thais’ de Massenet, ofrecida entonces fuera del programa, ahora que estuvo dentro del mismo hemos de reconocer que sonó sin problema alguno. El empaste y la masa compacta de los de Turín permitió, cuando ellos fueron los protagonistas, ofrecernos obras rotundas y plenas en todos los sentidos.