Selección de críticas del musicólogo Gustavo Moral Álvarez

domingo, febrero 27, 2005

“La OSPA “se estrena” en Santander”

La Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias visitó Santander el pasado viernes para ofrecer el que ha sido el primer concierto del programa de Música Clásica del Palacio de Festivales en la programación de este 2005. Es la primera vez que esta formación visita Cantabria desde su fundación en el año 1991, una circunstancia que nos hace pensar en lo larga que puede ser una distancia pequeña en algunas ocasiones. Pero finalmente pudimos ver a la OSPA en el escenario de la Argenta en un concierto que resultó muy interesante. Además pudimos reencontrarnos con Leticia Muñoz Moreno, a la que conocimos interpretando el concierto de Jesús de Monasterio en el Festival Internacional de Santander de hace dos años y tuvimos la oportunidad de conocer a Juanjo Mena en las tareas de director.

El programa se abrió con la obra de Luis de Pablo ‘Rostro’, una creación reciente y que imaginamos fue “sugerida” por el propio director para incluirla junto a otras piezas de un carácter bien distinto. Siempre reclamamos espacios para la música contemporánea, pero en ocasiones parecen más bien forzadas inserciones para justificar su presencia. Tras este arranque, el concierto para violín número uno de Shostakovich, magna composición que fue perfectamente asimilada por una Leticia Muñoz más musical que nunca, dramática en gesto y sonido y que logró, con la cadenza del tercer movimiento, detener la respiración de toda la sala. Su progreso es claramente creciente y la profundidad de sus interpretaciones cada vez más interesantes.

Para la segunda mitad la Número Cuatro de Tchaikovsky, pieza para paladear y disfrutar el empaste y el coraje de la Sinfónica del Principado de Asturias, pero con la que comprobamos también la imprecisa tarea de Juanjo Mena en la dirección. Su gesto parecía más propio de un emérito gran director, del que “sus” músicos conocen las intenciones, y en algunas ocasiones nos pareció percibir el “poco caso” que los de Asturias hacían de sus indicaciones. Fuera como fuese el sonido logrado fue contundente y el hambre de orquesta, que siempre reclamamos, quedó de momento satisfecho. Al principio les decía que era la primera vez que la OSPA venía a Santander, espero que alguna vez podamos narrar lo contrario: la primera vez que la Orquesta de Cantabria visite Asturias.