Selección de críticas del musicólogo Gustavo Moral Álvarez

domingo, noviembre 12, 2006

“Al hilo de la música”

Hace ya cinco años que la ‘Compañía Nacional de Danza 2’, que dirige Nacho Duato junto a Tony Fabre, visitó por primera vez Santander. Esta semana que ahora concluye lo hizo de nuevo para reafirmar su peso específico como escuela de futuro y como reflejo del presente. Dos fueron las fechas en las que les pudimos ver en el Centro Cultural de Caja Cantabria en Santander con un programa integrado por tres coreografías distintas.

La apuesta que Nacho Duato hizo para la que se tiende a tratar como “la hermana menor de la Compañía Nacional de Danza” ha ido convirtiéndose en un sólido proyecto cultural que de “menor” tan solo tiene la edad de sus integrantes pues la categoría artística de esta agrupación es muy alta. Así lo demostraron en su paso por Santander y así también lo entendió un público que llenó el aforo del escenario de Tintín con su presencia y aplausos prolongados y entregados.

‘Remansos’ fue la primera coreografía que nos trajeron los de CND2: un trabajo coreográfico de Duato. Casi con eso podríamos definir toda la pieza pues el talento de este coreógrafo y bailarín ha logrado asentar un lenguaje personal que hunde sus inquietudes en el profundo conocimiento de la música que emplea para organizar el cuerpo. Ver sus coreografías es algo similar a analizar la música y hacer presentes los episodios musicales, temas, melodías, modulaciones y cualquier otro elemento propio de la partitura. Para ello es exigible, además de la técnica de los bailarines, una precisión y musicalidad que brotó de sus intérpretes sobre el piano de Granados. Buen gusto, reflexión e intimidad en estos ‘Remansos’ que dieron paso a un episodio algo más inquietante.

‘Instrucciones para dejarse caer al otro lado del vacío’, esta vez de Chevi Muraday, asienta el movimiento sobre la composición de César Camarero. El serialismo y expresionismo de la música crean una atmósfera más opresiva que tiene su reflejo en la recurrencia motívica de un coreografía muy interesante. Si en ‘Remansos’ hablábamos de análisis de la composición aquí hemos de hablar de la composición armónica del espacio, que se va desfragmentando y construyendo una y otra vez sobre dos ejes de fuerza en los extremos de una diagonal que llevaba a los protagonistas de la luz al viento. Un ventilador permitió cierto –que no mucho- juego con la sensación de movimiento, magnificada con la aparición escénica, al final, de una tela dorada que se llenó de aire y dinámicas. La presencia escénica sugería el tono y color de los ocres que utiliza la paleta de Miquel Barceló.

Tras este episodio un nuevo acercamiento al universo creador de Nacho Duato, con su trabajo ‘Coming Together’. Se trata de un crescendo sobre la música repetitiva de Frederic Rzewski que impulsa a los bailarines a entregar toda su energía en busca del final, de la calma tras la tempestad. El sentido de esta obra es bien diferente al experimentado con la que abría el programa. Si allí encontrábamos reflexión e intimidad aquí se vimos energía vital, potencia en los movimientos, altura y las puertas abiertas para todos los bailarines de manifestar todas sus habilidades.
Tres piezas distintas para una compañía capaz de marcar las diferencias en un buen trabajo. Al hilo de las músicas y al pié de la letra del alma de sus creadores.